El acero inoxidable es una opción popular para el manejo de productos en la industria farmacéutica. En general, el acero inoxidable es duradero, capaz de soportar la exposición a muchos de los productos químicos utilizados para desinfectar productos farmacéuticos y tiene una tolerancia a altas temperaturas para soportar métodos de saneamiento a base de calor. Sin embargo, existen muchos tipos y usos diferentes de acero inoxidable para la industria farmacéutica. Si bien el acero inoxidable con un acabado natural es ciertamente útil para aplicaciones farmacéuticas, a menudo es preferible electropulir el acero. El acero inoxidable electropulido elimina sus capas superficiales, eliminando pequeños defectos y dejando un acabado microscópicamente suave. Al electropulir diferentes tipos de acero inoxidable, es posible mejorar aún más la esterilidad del acero y la facilidad de saneamiento. La superficie lisa del acero electropulido dificulta aún más que los microbios se adhieran al acero, lo que facilita su limpieza.