Si bien todos estamos extremadamente familiarizados con muchas de las aplicaciones cotidianas del acero inoxidable, como cubiertos y electrodomésticos de cocina, no todos saben que las aleaciones de acero inoxidable son, de hecho, un accesorio común en casi todas las industrias. Debido a las propiedades únicas de ciertos tipos de acero, que se componen de hierro reforzado con carbono, es especialmente útil en industrias pesadas, como la industria energética. Si bien el uso del acero inoxidable en aplicaciones cotidianas como cubiertos, dispositivos médicos y automóviles ha sido bien documentado, la industria pesada también es un área que se ha transformado por la proliferación de este metal revolucionario. Cuando hablamos de industria pesada, nos referimos a cualquier sector que dependa de grandes equipos, instalaciones y complejos. Tradicionalmente, esto ha incluido la construcción a gran escala, la fabricación de acero, la minería, la construcción naval y la fabricación de aeronaves. También implica la producción y refinación de energía, como ocurre con el petróleo y el gas, la energía hidroeléctrica y nuclear, junto con la transmisión de energía a larga distancia. Cuando se trata de aplicaciones en la industria energética, una de las principales preocupaciones es la resistencia a la corrosión. Esto se debe a que los materiales están expuestos con frecuencia (ya veces constantemente) a altas temperaturas, entornos hostiles y radiación. La resistencia a la oxidación se convierte en una preocupación crítica, ya que se espera que la vida útil de las instalaciones de generación de energía, que representan grandes inversiones para los propietarios, supere los cincuenta años o más en muchos casos.